Somos Bart y Loes con nuestros hijos Kae y Yuki.
Él trabajó durante años en tejados planos como techador independiente, mientras ella cortaba pelo por todo el pueblo – con café, galletas y buenas conversaciones. ¿Trabajar duro? Siempre ha sido parte de nosotros. Pero un día nos preguntamos:
"¿Es esto todo?"
La respuesta fue clara: no.
Buscando tranquilidad, espacio y una vida que realmente se sintiera bien, emprendimos un viaje – los cuatro, en una autocaravana. Durante ocho meses viajamos de un lugar a otro, escuchando historias y dejando que la vida nos sorprendiera. En el camino, nos sentimos inspirados y nació un sueño: crear un lugar donde otros también pudieran llegar y disfrutar.
Ese sueño nos llevó a España. En Coín, al pie de las montañas andaluzas, encontramos un diamante en bruto: árboles maduros, canto de pájaros y unas vistas que dejan sin palabras. No era una ruina, pero sí un gran proyecto. El potencial era evidente. Este era el lugar.
El camino no fue fácil. La compra fue una montaña rusa de emociones. La hipoteca resultó ser mucho menos favorable de lo que nos habían dicho, y nuestro presupuesto de reforma se redujo rápidamente. Aun así, decidimos seguir adelante: no había margen para retrasos, todo o nada.
Con la ayuda de amigos, familiares y nuevos héroes, trabajamos cuatro meses y medio, día tras día para transformar la finca en lo que es hoy: Finca KaYu. Exhaustos, pero orgullosos.
¿Nuestros hijos? Se sintieron como en casa desde el primer día. Yuki lleva casi cuatro meses en el colegio y Kae empezará en septiembre – con sonrisas y mucha ilusión. Ellos también vivieron esta aventura plenamente.
Hoy, finalmente, podemos hacer lo que siempre quisimos: recibir a nuestros huéspedes. Ya sea que te alojes en una de nuestras habitaciones o vengas con tu autocaravana, la puerta siempre está abierta.
Nuestra aventura también se muestra en el programa de televisión Ik Vertrek, donde se sigue nuestra historia y la creación de Finca KaYu.
La base está sólida. ¿El resto? Cada día se vuelve un poco mejor.
Somos Bart, Loes, Kae y Yuki – y te damos la más cordial bienvenida a Finca KaYu.